Virus del ‘se arrienda', el duro vía crucis de la renta inmobiliaria en plena pandemia
La vivienda jalona la reactivación del gremio inmobiliario.
En plena pandemia y después del encierro total, cuando el Gobierno Nacional dispuso la paulatina reapertura de diferentes actividades económicas, se volvió común el aviso de ‘se arrienda’.
Una situación generalizada en diferentes sectores de la ciudad, como consecuencia de la crisis causada por la obligatoria parálisis debido al crecimiento de contagios del Covid-19 en todo el país.
Desde luego, el sector inmobiliario resultó duramente golpeado, especialmente en el sector comercial, en plena pandemia debido a la masiva desocupación de locales, primero por la cuarentena y segundo porque tras la reapertura no lograron recuperarse económicamente y tuvieron que sucumbir.
Zona Cero hizo un recorrido por diferentes sectores de Barranquilla en los cuales abunda la desocupación de locales comerciantes ofrecidos en arriendo.
Así, fácilmente se pueden observar locales desocupados en los que antes de la pandemia funcionaban discotecas; oficinas de negocios, consultorías y de profesionales de diferentes áreas; salas de belleza, SPA, heladerías, panaderías, entre otros.
“La situación la podemos dividir en dos. La primera, en plena pandemia, durante el encierro por la cuarentena, cuando se registró una desocupación masiva no prevista del 39% en inmuebles, jalonados principalmente por el sector comercial”, aseguró Luis Fernando Acosta Osío, presidente nacional de Asolonjas, agremiación que reúne a 42 Lonjas de Propiedad Raíz del país.
Las cifras oficiales indican que en mayo del 2020 el nivel de desocupación en el sector residencial fue del 35% y en el comercial del 64%.
Luego, agregó, los meses más duros de desocupación fueron entre julio y noviembre, siendo el de octubre el que registró el mayor índice, llegando a un punto bastante crítico.
En efecto, las cifras muestran que desde octubre hasta la fecha el nivel de ocupación y recuperación económica en el sector residencial ha sido del 63%, mientras que en el comercial apenas alcanza el 37%.
“Pasado el año 2020 comenzaron a repuntar los arriendos, pero en el mes de febrero siguieron las desocupaciones en el sector comercial al vencerse los contratos que no fueron renovados por la pandemia”, agregó Acosta Osío, quien también es miembro del Consejo Directivo del Colegio Inmobiliario de Barranquilla.
Advirtió que los estratos en el sector comercial seguirán viéndose en la medida que vayan venciendo los contratos en aquellos locales que no pudieron recuperarse económica luego de la reapertura de actividades dispuesta por el Gobierno Nacional.
Caso contrario ocurre con el sector residencial que ha marcado la tendencia tanto en apartamentos como en viviendas.
“No ha habido una desocupación masiva. Por el contrario, se ha observado una gran estabilidad y se han seguido vendiendo los inmuebles, a diferencia del sector comercial donde cayeron las ventas y los arriendos”, precisó.
En otros términos, “la vivienda ha sacado la cara en el sector inmobiliario, pero el comercio no y está y sigue en crisis”.
Tras insistir en que el sector residencial ha jalonado la recuperación después de la pandemia, los locales comerciales tratan de reabrir y otros, sencillamente, han cerrado.
“Aquellos negocios que le apostaron a seguir lo hicieron pero los que no han podido se cayeron”, reiteró.
De todas maneras, apuntó, lo positivo del caso, en medio de la crisis por la pandemia, es que el sector de la vivienda se mantiene con signos favorables.
“El sector vivienda sacó la cara, mostró confianza, sigue andando y se sigue vendiendo. Hay mucha credibilidad, seguridad y confianza en el Gobierno”, puntualizó.
Un verdadero via crucis en plena pandemia.